El juego y la teatralización son algunas de las técnicas que los futuros profesores aprenden en el segundo diplomado de Educación Especial de Personas Privadas de Libertad. Actualmente, sólo el 12,6 por ciento de los recintos penitenciarios reciben servicios educativos.

Benito Fernández, representante de la Asociación Alemana, una organización no gubernamental que imparte los cursos a través de la Universidad Cordillera, dijo que el objetivo de este diplomado, del que se graduarán en septiembre 32 personas, es apoyar la formación dentro de las cárceles, ya que “con la educación, las personas que permanecen recluidas tienen la posibilidad de reinsertarse en la sociedad”.

En estas clases, el juego, la teatralización y otras dinámicas se convirtieron en bases importantes para este tipo de educación especial.

Fernández afirmó que los educadores deben capacitarse y aprender estas técnicas, que buscan que los alumnos

—es decir los reos— sean protagonistas de su propia formación.

“Se debe tomar en cuenta en qué condiciones están estas personas para aprender uno de estos temas. Es (importante) la predisposición, pero también el ambiente en el que se desenvuelven”.

Además, se recomienda el uso de metodologías de enseñanza con el diseño de temas que incluyen otras técnicas, entre ellas el uso de la poesía.

El primer diplomado se hizo en 2008 con 35 alumnos, y el segundo empezó en diciembre pasado, con lo que el programa habrá graduado a 67 educadores.

Según un diagnóstico, explica Fernández, existen 11 centros dedicados a la educación alternativa, que es la encargada de la formación en primaria y secundaria para adultos y de educación técnica de adultos.

Es decir que sólo el 12,6 por ciento de los recintos penitenciarios cuenta con estos servicios educativos, mientras que el 87,4 por ciento, no. El informe puntualiza que, en general, estos cursos se imparten con infraestructura precaria.

Además, hay instituciones que llevan cursos a las cárceles, como talleres, oficios, postgrados u otros. El diplomado está dirigido a todas estas personas.

“Es un diplomado especializado, por tanto tiene pocos participantes y una metodología a distancia. Cuenta con 360 horas académicas, que supera el requisito establecido para diplomados, de 200 horas, y algunos talleres presenciales”.

Agregó que esperan la aprobación del programa nacional de educación de personas recluidas, que su institución entregó al Ministerio de Educación en 2007.

Esperan aprobar un programa

La Asociación Alemana espera el tratamiento y la aprobación de un programa único que beneficie a las personas privadas de libertad.

El representante de esta institución, Benito Fernández, informó que la propuesta del Programa Nacional de Educación de Personas Jóvenes y Adultas en Situación de Privación de Libertad, elaborado en 2007, fue entregada a la entonces Dirección General de Educación Alternativa y la Dirección de Régimen Penitenciario del Ministerio de Educación.

Ambas instancias debían ponerse de acuerdo para tratar el tema, pero hasta la fecha al parecer no fue emitida una respuesta.

Según Fernández, el Gobierno debe asumir este tema, para brindar mayor proyección en la formación que se imparte dentro de los centros penitenciarios.

En cuanto al diplomado impartido por la Asociación, explicó, la certificación será acreditada según los criterios vigentes del Viceministerio de Educación Superior.

Datos de las cárceles

Hasta hace cuatro años, en el país existían 87 cárceles, de las que 17 estaban en las ciudades y el resto, en el campo.

En 2008 se verificó que sólo el 12,66 por ciento de los recintos penitenciarios contaba con servicios educativos.

De los 7.491 reclusos, sólo el 28 por ciento cuenta con sentencia ejecutoriada. De ellos, el 10 por ciento tiene pena de 30 años.

El 96 por ciento de la población carcelaria es alfabetizada y sólo uno de cada cuatro estudia en prisión.